Los edificios contienen gran número de estos puntos débiles desde el punto de vista de la prevención contra el fuego. En nuestros estudios de las instalaciones descubrimos continuamente sectores de incendio mal diseñados, donde los falsos suelos y techos se encuentran comunicados permitiendo al fuego vías de acceso a tales sectores teóricamente “seguros”.

Para conseguirlo, cada apertura o paso de instalaciones en los muros o forjados de compartimentación deben estar selladas contra el paso de humos y gases. Algunos de los materiales que se usan con este propósito, denominados intumescentes, se expanden con el calor y cierran cualquier hueco que se genere al derretirse los componentes.

Un sistema de protección pasiva contra el fuego bien instalado puede evitar que el fuego se extienda desde una sala a otra contigua durante un tiempo determinado. De esta forma las salidas de emergencia se mantienen a salvo y se facilita el trabajo de los bomberos.

Las construcciones no siempre siguen los requerimientos para la correcta protección, bien por desconocimiento de los constructores/instaladores, bien por ahorro de costes.

La realidad es que, al contrario que en otros, en este ámbito una instalación mal diseñada supone un gran riesgo y la probabilidad de graves pérdidas personales y materiales.

Somos expertos en Ignifugaciones en Alicante